BBK Live: Una de despropósitos

Lo mio con el BBK live es la historia de un divorcio. Y no es que no me haya gustado el cartel que, coincido con mis compañeros, era probablemente el mejor de este año, pero es difícil diseñar una planilla de una forma menos coherente. Aun no sé que pintaban grupos como Zoé o Tribes en el minúsculo escenario de la entrada, cuando podían haberse lucido en una escena un poco más grande y a una hora menos intempestiva. Ya se ha mencionado el fallo garrafal en el "teloneo" de Radiohead, poniendo una sesión electrónica a la hora de los Lunis, en un momento que hubiera cabido cualquier otra cosa. Igual que a los Snow Patrol los hubiera visto más en la escena dos que en el escenario principal, por muchas ínfulas de Coldplay que se vayan echando los escoceses. Por descontado, me sobran más de la mitad de los experimentos indies del cartel, pero eso ya es cuestión de gustos, que BBK no tiene la culpa de que cuando oigo a algunos no sepa si cortarme las venas o dejármelas largas.

Si miramos la infraestructura: lo primero, un suspenso a los transportes. No se pueden prometer más de 30 autobuses y que, a media hora de la apertura del festival, haya una cola en San Mamés que da la vuelta a la manzana y no se vea pasar uno en 20 minutos. Lo segundo, el brutal impacto de los desechos al final de la jornada da vergüenza ajena, y el que no se lo crea que mire la foto. ¿Para cuándo veremos vasos reciclables estilo ecocup? Y por último, el camping del BBK ni me lo planteo, viendo que cada año se repiten las mismas críticas de los campistas: duchas escasas y asquerosas, malos accesos al recinto, etc, etc.

Por otro lado, ignoro si fueron cuestiones de los grupos o de la organización, pero lo de los problemas de sonido en el escenario principal fue bochornoso. Una hora esperando a The Cure por un problema de sonido y un corte total durante el concierto de Garbage dejando al grupo completamente mudo durante unos angustiosos minutos fueron la guinda de lo inadmisible.

Total que, viendo que este festival coincide con el FIB y con el Optimus Alive, entre otros, y por mucho que mis compañeros Festivaleros! me digan que el Kobeta es al rock lo que el Olimpo a las olimpiadas, o mucho cambian las cosas o al año que viene me iré con la música a otra parte.

Mr.H

... todavía debe de haber gente esperando buses en San Mamés