La segunda jornada nos la tomamos con un poco más de calma y no llegamos al festival hasta casi las 9 de la noche. Mumford and Sons comenzó en el escenario principal con una afluencia mayor incluso que la que tuvo Snow Patrol el día anterior. Su éxito más reconocido, Little Lion Man, sonó de las primeras canciones levantando el ánimo de los presentes acompañándoles con las letras pero media hora más tarde el concierto entró en punto muerto. Salvo los amantes del folk mucha gente empezó a retirarse o bien a por bebidas o a explorar otros escenarios. Nosotros nos decantamos por ver a Awolnation en la carpa donde tocó el día anterior LMFAO. Aunque no había tanta gente los rubios melenudos llenaron el aforo pocos minutos antes de empezar. Este grupo americano con solo un disco que ofrecer fue el grupo revelación del festival. Mucha de los asistentes únicamente querían escuchar el tema Sail que tantas veces se ha usado en anuncios y en promociones pero se encontró con más canciones que, sin ser tan famosas, merecían la pena oír. El punto máximo del concierto curiosamente no fue con Sail, sino con Burn it down, un tema potente y gamberro que desató la locura entre el público que saltaba y bailaba enloquecido. Un concierto de una hora justa pero más que suficiente para tenerles en cuenta para volver a verles en un futuro.

Awolnation en acción
Después de Awolnation estaba programado ver a Florence and The Machine pero un problema en las cuerdas vocales de la cantante les obligó a cancelar sus actuaciones de España (Benicassim) y Portugal. A pesar de que teníamos muchas ganas de ver a Florence Welch en directo la sustitución por Morcheeba no era lo suficientemente fuerte como para cubrir ese hueco. Aprovechamos la coyuntura y decidimos pasarnos a ver al enigmático Tricky, uno de los fundadores de Massive Attack. Sin saber muy bien qué íbamos a ver nos encontramos con un Tricky descamisado rodeado de colaboradores haciendo versiones de clásicos como Feelin good e interpretando temas propios. Verle fue toda una experiencia ya que su entrega es máxima en el escenario destacando golpes de micrófono contra su esternón y estrofas completas cantadas a través del pecho. Situando su micrófono en el esternón cantaba con tanta potencia que se podían oír y entender las letras perfectamente. Algo como poco curioso que nunca habíamos visto.

Tricky
 Tras un breve descanso y reponer fuerzas nos dirigimos a ver a The Cure que era, después de Radiohead, la segunda gran apuesta de Optimus Alive. Sin ser nosotros muy fans de Robert Smith y compañía no podíamos dejar de pasar la oportunidad de, por lo menos, pasarnos un rato. Sabiendo que The Cure destaca por sus conciertos de más de tres horazas y que éste empezaba a las 12 de la noche no pretendíamos estar hasta el final, pero durante la hora larga que estuvimos viéndoles hicieron un repaso de sus miles de éxitos que, la gente que si les conoce bien, supieron apreciar debidamente.

Quequé


Sail by Awolnation @ Optimus Alive 2012
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