Hace ya 13 años que te marchaste. Cómo han cambiado las cosas desde entonces! Seguro que si ahora te das una vuelta por Malasaña, por tu barrio, te cuesta reconocerlo. Menos coches, mucho moderno, algún que otro indie y chinos por todas las esquinas vendiéndote una lata de cerveza. Anda que no te habría venido bien a tí!
Sí, Madrid ha cambiado mucho. Fíjate, ahora tenemos alcaldesa, sí, la mujer de Aznar. Qué te parece? La verdad es que las cosas por aquí no andan muy bien, entre crisis, gente en la calle y ésta que quiere prohibir que los músicos toquen en la calle. Te imaginas? Madrid sin música. Creo que no hubieras aguantado mucho por aquí, o mejor dicho, estoy seguro de que serías el primero en salir a protestar, en plantarte delante de los antidisturbio o de coger la guitarra, ponerte en una esquina del barrio y empezar a cantar.
Te decía que Madrid ha cambiado, ya casi no queda ninguno de los garitos por los que te encontraba noche sí y noche también. Antros malasañeros en los que compartir confesiones y secretos. Barras de bar donde arreglar el mundo llenos de todo, donde nos reíamos mientras yo te contaba que me quería comer el mundo y tú perdías la mirada en el infinito sabiendo que ya te lo habías comido. Noches de música, de recuerdos, de alegrías y melancolías. Noches contigo.
Momentos para hablar de las cosas que habían pasado Otra Tarde, en las que con esa sonrísa torcida me decías que ella era Buena Chica, en las que mirándola confesabas que Por Ti harías lo que fuera, hasta Volver a ser un Niño, porque nadie se resistía a esos Ojos de Gata. Noches en las que tú lo decías y yo te seguía, Quiero Beber Hasta Perder el Control. Noches en las que escribir su nombre Sobre un Vidrio Mojado. Noches en las que presumir de tu pequeña y gritar Agárrate Fuerte a Mí, María. Noches en las que no podías más y sólo decías Déjame, y acto seguido mirarla y pensar en estar Pero a Tu Lado, porque sí, porque Hoy la Vi. Noches caminando Por la Calle del Olvido, creyendo que Sólo ha sido un Sueño, y Aunque Tú no lo Sepas, sabiendo que ha sido real. Noches, noches, noches... Y no Amanece, y mejor que no lo haga, porque en la complicidad de la noche es cuando mejor se cuentan Los Secretos.
El sábado pasé por delante del portal. De Tu portal. Dos velas en una esquina te recordaban. Eché de menos que nadie te hubiera dejado una lata de cerveza, la que llevaba en la mano, con la que brindé contigo... Por Tí... Estés dónde Estés...
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