Nos acercamos atravesando el frío madrileño a la sala But, a uno de los clubs con más solera del pop de la ciudad. El Ocho y Medio club puede cambiar de ubicación pero mantiene la esencia forjada durante muchos años de directos, sesiones, fiestas y apuesta por la música.

En esta ocasión vamos a re-descubrir a los portugueses The Gift, que ya vimos en el pasado BBK Live y ahora nos esperan al calor de las salas. La banda se ha dado a conocer bastante por estos lares los últimos años, pero acaban de cumplir nada menos que 18 de música en los que han conseguido poner el indie en lo más alto de las listas de su Portugal natal.

¿Una banda pop más? Bueno la verdad es que The Gift son una banda curiosa y moderna, indies en el sentido más puro de la expresión (la autogestión) pues sin managers, discográfica o agentes, ellos se encargan de hasta el último detalle tanto de producciones, grabaciones, diseños, videos, giras...

El concierto comienza suave con uno de los temas de su último disco Primavera (2012) y con una Sónia Tavares que impone su presencia en el escenario desde la primera frase. Poco a poco va subiendo en intensidad, van creando un universo de material electrónico, ritmos programados, melodías pop, y un protagonismo casi omnipresente de los teclados, que son la joya de la corona. Así, John y Miguel tocan el bajo alternativamente y alguna guitarra pero ambos tienen teclados a su frente, los músicos amigos que les acompañan a las guitarras tampoco tienen las teclas muy lejos y por supuesto Nuno Gonçalves, alma mater del sonido del grupo, está petrechado detrás de su trinchera de teclados, ordenadores, sintetizadores y cacharritos.

Todo esto da un sonido muy lleno, a tope de capas, a ratos colorista y bailable, a ratos más oscuro y profundo, y fundamentalmente británico. El contrapunto lo pone Sónia, que equilibra las melodías pop con su voz muy oscura casi negra, sus movimientos calmados contrastan con los bailes alocados del risueño John, y su presencia y contundencia en escena con el acelerado y speedico Nuno. El cuadro se completa con instrumentos bañados de arcoiris y un mural multicolor al fondo mientras en primer plano parece que New Order se han comido un algodón de azúcar y han fichado a Amy Winehouse con un ligero acento portugués. Y en otras ocasiones parece que son Coldplay los que se han comido un algodón electrónico, porque ellos ya se cayeron en la marmita del azúcar hace tiempo. Pero esta es otra historia.

Lo que menos me gusta, que hay momentos que tienen 3 guitarras en escena y no tienen ninguna relevancia, no se oyen nada y no se necesitan. Chicos, lo de las guitarras no es imprescindible, hay gente que sobrevive sin ellas aunque conmigo tienen un punto menos de partida.

Se despiden con 'Wise man say, only fools rush in...' aunque también hubiera encajado un 'Somewhere over the rainbow'.

kboy

#thegift

Music by The Gift @ Circo Price Madrid
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