Nos dirigimos al escenario de la sala Sol culebreando entre la variopinta gente que se ha acercado a ver a la Mala Rodríguez. Vamos con alguna duda que otra sobre lo que nos vamos a encontrar por malas experiencias previas, y esas dudas se acrecientan al encontrarnos entre un público totalmente heterogéneo. Estética polígonera, algún que otro, muy pocos la verdad, rapero de manual, híbridos de rastas modernos con camisetas de tirantes, algún pelos, algún perdido, clientes incondicionales de la sala...bueno y nosotros.
Pero las dudas se despejan rápido. En el escenario 0 parafernalia, nada de guitarras, nada de batería, sólo hay una mesa, dos platos y la correspondiente manzanita brillante (lo de los vinilos parece ya una batalla perdida, snif!). DJ Jekey sale y se planta detrás de la mesa y empieza a calentar el ambiente a ritmo de rap y prepara el momento para que la Mala María cruce los cortinajes rojos de la sol y comience el espectáculo. 'Mírame a los ojos si me quieres matar, nananai, yo no te voy a dejar'. Empieza el Malamarismo.
Aunque ella se encarga de recordarnos que no le cuadra mucho su relación con los dichosos 90s pues su disco salió en el 2000 (Lujo Ibérico, discazo), yo creo que, como toda la vieja escuela del rap en este país, empezó a ganarse el respeto en los 90, en sus inicios, y yo ahí sí que veo la conexión.
Y dejando de lado vestimentas imposibles, corpiños o vestiditos, para salir con una gorra tocha, camiseta ancha, zapas guapas, actitud y shulería, parece querer reivindicar algo de eso, de sus inicios. Recupera a La Mala más cruda, capaz de soltarse más de hora y media de rimas sobre ritmos, sin coros ni artificios, nos pone a caldo, sin calco, sin tacto...a jierro. Y esa voz desgarrada que luego le arreglan en el estudio todavía no se muy bien por qué. ¡Qué manía a veces con sonar limpio, carajo! A veces solamente queremos un poco de rap crudo, como siempre se ha hecho. Y eso...eso es muy noventero.
Así que sí, consigue sonar a la vieja usanza, y sí consigue momentos en que la peña se parte el cuello, momentos para saltar y hacer el gamberro, y otros en que la chicas que la tienen en un pedestal, y que abundan en la sala, se contonean a ritmo de Yo marco el minuto, Te convierto, Prima...y un largo etc. El toque ragga lo ponen los invitados Chulito Camacho en Con los ojos de Engañá y el gran Kultama en Con 10 o con 20, para finalizar con todas 'sus guerreras' subidas al escenario para cantar El gallo y liar una fiesta bien gorda. 'Haced lo que os de la gana, quiero eso todo el rato'.
Yo tenía la ilusión de que se cantara su parte de Una de piratas, canción que salió en el disco Siempre Fuertes de SFDK y que es del 99, pero no ocurrió. No encontrarás mejor ocasión, shulita!
Aún así hemos repasado sin darnos cuenta alguna de las características del rap noventero presentes en el concierto: actitud, respeto, fiesta, sencillez, voces crudas, un DJ...Y nos queda la reivindicación, el combate:
"Hoy hay mucho indignao pero ¿qué cojones hacemos con tanta indignación? Lo que hay que ir es a cortar cuellos...Y con esto, no os equivoquéis, lo que estoy es fomentando la violencia, vale? No os confundáis, sí, lo que estoy diciendo es que me coman el coño! Vale?", María Rodríguez dixit.
Si ya lo dice un colega, menos protesta pacífica y más romper cristales...
Esta noche María nos ha ganado, a jierro y siendo como es....la más shula.
kboy
Todas las guerreras con las manos en el aire!
La niña by Mala Rodríguez @ Sala El Sol
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