Aunque este año nos va a pillar de improviso, ¡el verano ya está aquí! Y con él llega lo que llevamos esperando un montón de meses. Dejamos de lado las pequeñas salas, los abrigos y las katiuskas para volver a lucir nuestras camisetas de Strike anywhere, Converge o Terror. Y con ellas nos marcharemos los próximos 1, 2 y 3 de agosto camino de un Resurrection Fest que este año nos hace una especial ilusión.
Son muchas y muy buenas las bandas de las que este año disfrutaremos, pero para nosotros el plato fuerte serán los Bad religion (Sábado 3), que tras 30 años en ruta, anuncian que el reciente True North será su último disco de estudio, así que quién sabe si no será la última oportunidad para verlos en un largo período de tiempo. Además, aunque hayan hecho incursiones en otros festivales cercanos, este es su festival, esta es su escena y este es su público. Y esta es la gente que ha mamado cada uno de sus temas como parte fundamental de su proceso educativo.
Pero además de los californianos, el festival cuenta con atractivos más que suficientes para que volvamos a ponernos en marcha camino de Viveiro. Así, nos apetece volver a disfrutar de bandas de toda la vida como D.R.I., Exodus, Biohazard o Millencolin.
Otros focos que centrarán nuestra atención son The Casualties, punk en estado puro desde NYC, el retorno de Madball al Resu, los enérgicos canadienses Comeback Kid, o los más metaleros Lamb of God (Jueves 1), As I lay dying y por supuesto Slayer (Viernes 2), quienes siempre nos han dejado con un gran sabor de boca. Es difícil dejar de lado a alguno de los grupos que tocarán este año, pero tampoco nos perderemos a los portugueses For the glory, a sus paisanos Devil in me y a Día de los muertos (a quien le guste Brujería no puede dejarlos pasar por alto).
Y entre la apuesta nacional, la inclusión de Lendakaris Muertos ha sido una agradable sorpresa, ya que siempre hemos pensado que son un grupo de festival; Avulsed, que quizá algún día tengan el reconocimiento que merecen; We ride, No turning back y Toundra, salidos de la nueva hornada; y muchas ganas por ver de nuevo a Escuela de Odio, verdaderos padrinos del HxC nacional.
Un poco más de dudas nos deja la presencia de Black Flag, totalmente desaparecidos desde mediados de los 80 y que de repente vuelven a juntarse sin saber todavía quien será el bajista (Dave Klein quizá?). No sé, quizá es que sea una banda que nos gustaba demasiado y tememos quedar profundamente decepcionados.
Por último, tras el fiasco de los Death Kennedys del pasado año, en esta edición la organización apuesta por traer a Jello Biafra, verdadero icono del punk que ha sobrevivido a amigos y enemigos por igual.
Así es que todo preparado para volver a resucitar tras tres días de puro descontrol.
FROM HELL
Un ejemplo de lo que nos hará vibrar Slayer
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