Músicos en la Naturaleza 2013: Deep Purple, mirando por el Retrovisor

Muy buen ambiente en el Músicos en la Naturaleza de este año. Una parte de los Festivaleros! estuvimos allí y eso nos permitió vivir los conciertos desde distintos ambientes, lo cual siempre aporta riqueza en los matices.

Así que cámaras en mano, llegamos a media tarde a Hoyos del Espino. En principio, ningún problema para aparcar. Estaba todo bastante bien dispuesto en función de la gran cantidad de público que acude. No olvidemos que estamos hablando de un pueblo de apenas 400 habitantes y que en el festival se dan cita cerca de 8.500 personas, así que un punto a favor de la organización.

En las inmediaciones del concierto, la gente se iba reuniendo. El resumen del tipo de público lo tengo muy claro: los viejos rockeros nunca mueren. Así que la gente que flipaba con Deep Purple en los 70 decidió dejar la cena hecha a sus hijos (adolescentes ya creciditos) y marcharse a disfrutar de los clásicos de la banda. Muchas personas de los pueblos de los alrededores, de Ávila y de Salamanca.

La primera en actuar, Bebe. Aprovechamos el momento para tomar algo en las barras de la entrada, y aquí, un debe para la organización: solo un servicio para mujeres y otro para hombres. Iba llegando la hora de que empezara Loquillo, así que llegó el momento de dividirnos: unos festivaleros adentro y otros a la clandestinidad. En la entrada, un pequeño problema que no entendimos muy bien con una señorita de ticketmaster (mira que me jode hacerles publicidad), a la que no le debía gustar cómo quedaba en las fotos. Y eso que ni siquiera estábamos apuntando hacia ella. Y en el otro lado, la gente del pueblo levantándose en armas porque este año les habían vallado la vista gratuita a los conciertos, guardia civil mediante, lo que también hacía que el recinto en esta edición fuera más pequeño. Y a decir verdad que se agradecía estar apiñados, porque esconderse el sol y bajar la temperatura estrepitosamente fue todo uno.

Por cierto, el Loco, como siempre. Buenos temas, letras con sentido, una gran interpretación y mucha chulería sobre el escenario. Lo único negativo, 'Ritmo de garaje' (que ya de por sí no debería tocarla), acompañado por Bebe (que parece haber perdido la voz).

Y luego, lo de siempre. “Problemas técnicos”. Y mucho frío. Así que con más de una hora de retraso y un frío que pela, se encendieron las luces, empezó a resonar la batería y Deep Purple hicieron su aparición sobre el escenario. Impactados nos quedamos con las pintas de Ian Gillan. Un sonido contundente, varios temas de su nuevo disco, virtuosismo en algunos solos, pues Steve Morse sigue en plena forma, y muchas desapariciones del escenario para tomar oxígeno. Lo cual es normal, si se piensa en la edad de estos tipos. Pero cuando suenan 'Lazy' o 'Strange kind of woman', muchas cabezas viajan atrás en el tiempo. Un tiempo que no ha pasado en balde. Porque eso de que dejen al teclista (Don Airey) solo en el escenario, una vez vale… pero llega un momento que ya el pobre hombre no sabe qué hacer y tiene que tocar a Mozart. Ahora, las ovaciones que se llevaba eran como para que los demás se pensaran el volver a salir.

Vamos, que entre unas cosas y otras, concierto de más de hora y tres cuartos, 'Smoke on the water' con subidón general incluido, con todo el mundo pasándoselo bien y sin ningún incidente serio. No habrá que pensárselo mucho para repetir el año que viene. Con un buen abrigo.

FROM HELL


Smoke on the "Gredos" by Deep Purple @ Músicos en la Naturaleza 2013