Al llegar parece alerta, como si acabara de escapar de un gran peligro, igual que les ocurre a muchos al desembarcar en Sziget Festival. Cuando Isabelle Geffroy, Zaz, posa para las cámaras, fija en los objetivos una mirada de felino acorralado y les saca las uñas. Pero no es más que una pose con la que intenta marcar distancias sin conseguirlo, porque enseguida el desparpajo se le escapa por la enorme sonrisa y desbarata toda posible defensa. De pronto, Zaz se siente en su terreno, se relaja y se nos muestra como es: una chica soñadora, sincera y llena de energía.
¿Cuáles son las voces femeninas que escuchas en este momento? ¿Cuáles serían los miembros de tu familia musical, si tuvieras que escoger?
En este momento estoy muy enganchada con la Concha Buika porque musicalmente tiene todo lo que me gusta... y por lo demás, Sting, Boby McFerrin... hay muchos... Brel... Rachmaninov... todo lo que me hace sentir una emoción o me aporta energía, me lo quedo. Y me siento, de hecho, de la familia de los músicos.
Te descubrimos en 2011 en un festival en Normandía llamado Papillons de Nuit... ¿qué vamos a ver hoy con respecto a la Zaz que vimos en la pradera normanda?
Empezamos a tener muchas cosas y es un infierno tener que elegir, siempre te dices: no puedo quitar esto y esto otro tiene que estar también... pero, bueno, al final siempre hay que quitar algo. Va a haber Pop, Chanson Française, Jazz y cosas mezcladas... va a haber Zaz.¿Conocías Sziget? ¿Qué te parece este festival?
Yo no conocía este festival y cuando me hablaron de él me dijeron que era uno de los festivales más grandes de Europa, sino el más grande de Europa, pero no me he dado cuenta hasta que he llegado y he visto este enorme lío. Me gusta mucho, es un lugar repleto de energía.
¿Cómo se vive el estar un día tocando en las calles de Montmartre y al día siguiente encontrarse en un festival como el Fuji Rock de Japón?
Tú tienes tu música y, luego, te adaptas al lugar en el que estás... lo más importante es hacer música.
Y ahora, acabas de llegar a Sziget y estás sorprendida por el ambiente pero, después de tu concierto, ¿vas a intentar dar una vuelta y ver algo que te interese especialmente?
Por supuesto. Tengo muchas ganas de ver este grupo que viene detrás de nosotros... ¿cómo se llama? (Tame Impala) Eso es! Claro, vamos a aprovechar todo esto.
¿Vendrás algún día a España?
Sueño con ello. Sí. Tengo muchas ganas. Estoy enamorada de España desde que era pequeña. Mi madre era profesora de español y tenía amigos allí así que ibamos con frecuencia a España.
¿En que se basa tu éxito cuando sales al extranjero?
Es algo que ha ocurrido de una forma muy natural. Pienso que en cada país han encontrado algo en una parte de mi música que les habla. Me doy cuenta de que es un sonido con mucha energía, muy festivo, y la gente se deja contagiar por él.
¿En qué se diferencia tu último disco, Recto Verso, de tu primer trabajo?
Me he implicado mucho más en este segundo disco. Me decían, claro, siempre estás tan alegre... y no es cierto, a veces soy alegre y otras veces, sombría y no me siento bien, como todo el mundo, como ocurre en la vida. Quería partir en esos dos sentidos y mostrar que la vida está llena de contradicciones.
¿Tienes ideas para tu tercer albúm?
Pues la verdad es que trabajo de una manera muy intuitiva, en función de lo que va viniendo y se va desarrollando. Puedo sentirme atraída tanto por algo electrónico, como por el jazz o el rap... En el futuro todo es posible y hay tantas cosas por hacer...
¿Un concierto memorable?
Samara en medio de Rusia. Un lugar lleno de metaleros al que llegamos y era una locura. Tocamos delante de 220 000 personas. Fue surrealista... fue... wow! Un concierto del que guardo muy buen recuerdo.
Podríamos haber pasado toda la tarde charlando con ella, pero le esperaba la escena del A38 de Sziget Festival, donde iba a tener una hora para hacer disfrutar a los que ya la conocían y seducir a los que la iban a descubrir. Más de uno plantó a Franz Ferdinand en el Main Stage a medio concierto para venir a verla. La sala acabó repleta de felices desertores de los británicos, atrapados sin remedio en la magia del sonido Zaz.
Dr. J
Extracto de un video desde el público del concierto de Zaz en el A38 de Sziget Festival 2013
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