Si hay un Festival en España al que se le podría poner el mote de
The Walking Dead (entiéndase por el lado bueno, por supuesto) ese es el
FIB. Fue pionero allá en 1995 recogiendo la herencia del glorioso
Doctor Music Festival y a través de un cartel enfocado a la música
british se fue consolidando como la referencia festivalera. Durante tres días las playas de
Benicassim se llenaban de guiris rojos como gambas que aprovechaban la ventaja de la libra para venir de vacaciones y además escuchar buena música. El éxito estaba garantizado.
O eso creían sus creadores. Pero los festivales se pusieron de moda, los guiris diversificaron sus vacaciones y el cartel no acabó de convencer a un público español que siempre miró con recelo al
FIB. Vinieron ediciones complicadas y años difíciles y hasta rumores de desaparición. Pero la constancia, la tranquilidad para volver a pulsar los gustos del público, el giro hacia el joven de aquí y el apoyo de las instituciones locales han provocado el nuevo resurgir del
FIB. Un resurgir del que no hay dudas para 2017. Ellos han sido los primeros en desvelar su bomba. Tendrán a
Red Hot Chili Peppers en fecha exclusiva, casi nada. Un resurgir que pudimos comprobar en la edición de 2016 con un gran éxito de público, de organización y, por supuesto de música.
Muse era el gran atractivo y no dejaron indiferente a nadie. Con un sonido más que cuestionable (según la zona se oía mejor o directamente no se entendía nada), con un
setlist denso rayando lo polémico y con una puesta en escena algo encorsetada al tamaño del escenario tuvieron, como los buenos toreros, división de opiniones. Te parecía maravilloso o te ibas en busca de otras cosas.
Matt y sus guardaespaldas, ajenos a todo eso, dieron su concierto y se fueron sin dar ni una sola concesión a la galería, incluyendo un final abrupto que descolocó a casi todos, un final habitual ya en sus conciertos. Son
Muse, sí. Son los mejores, sí. Pero de vez en cuando un síntoma de humanidad por su parte es de agradecer.
Por suerte hay vida más allá de
Muse. Vida y muchos otros estilos. Por ejemplo, el de
Kendrick Lamar, concierto intenso y divertido el que dio el domingo, o la impecable puesta en escena de
The Chemical Brothers que no defraudaron a sus incondicionales. Como no lo hicieron casi ya echando el cierre
Massive Attack. Una sesión mezclando sus sonidos con mensajes denunciando la realidad que nos está tocando vivir, Brexit incluido.
Entre los directos que también hay que destacar de esta edición de 2016 no podemos olvidar a
Band Of Skulls,
Biffy Clyro que sonaron atronadores,
Bloc Party o unos divertidísimos
The Maccabees. Y entre los descubrimientos, el hipnotismo de
DJ Shadow te atrapan con su sonido y sus visuales, las ganas de
The Kills capaz de recomponerse ante sus propios problemas de sonido y a tocar a la misma hora que
Muse o el Juego de Tronos de
The Vaccines.
Y entre los descubrimientos, la frescura de
FIDLAR, la extraña mezcla de
Los Nastys y
The Parrots para crear algo llamado
Chicano Bulls, el espectáculo extrasensorial que fue ver en directo a
Hidrogenesse y la confirmación de
Juventud Juché.
Como veis, mucho y muy bueno lo que se pudo disfrutar en la última edición del
FIB y como decíamos al principio, ya nos frotamos las manos para lo que puede venir en 2017. Sólo se sabe un nombre,
Red Hot Chili Peppers. Un listón muy alto para un festival que ha vuelto a renacer para seguir creciendo.
J&B
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Entre los directos que también hay que destacar de esta edición de 2016 no podemos olvidar a Band Of Skulls, Biffy Clyro que sonaron atronadores, Bloc Party o unos divertidísimos The Maccabees. Y entre los descubrimientos, el hipnotismo de DJ Shadow te atrapan con su sonido y sus visuales, las ganas de The Kills capaz de recomponerse ante sus propios problemas de sonido y a tocar a la misma hora que Muse o el Juego de Tronos de The Vaccines.
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