Kase.O

Decir que Kase.O sigue siendo el rey o que es el puto amo son expresiones que, sin dejar de ser ciertas, ya se antojan manidas y cortas para lo que ocurre con el rapero de Zaragoza. Lo de Kase.O es un escándalo. Es un derroche de saber hacer, de no conformarse, de llevar el talento por bandera y dotarlo de esfuerzo y cariño.



PRELIMINARES


Ya hace tiempo, desde sus directos con los Magnéticos, que los conciertos de Javier Ibarra se convierten en algo más personal, una comunión entre artista y público. En ellos Javat, maestro del psicoanálisis, se acerca a sus fieles con una complicidad gigante, una constante comunicación y desbordando carisma. Una comunión en la que el que tiene el micro es el primero dispuesto a desnudarse. Sin vergüenza ninguna.

Al igual que 'El Círculo' tiene ya la categoría de 'clásico/referente instantáneo' (o tal vez a la segunda escucha), los conciertos de la gira, con el 'todo vendido' colgado hace meses en todos ellos, dan la sensación de ir pasando a la historia en cada ciudad, nada más salir de la sala. De ser de esos de los que la gente dirá con orgullo: "Yo estuve allí". Si tenéis ocasión, id a verle, sin dudarlo.

Y nosotros estuvimos allí, en La Riviera de Madrid.


COMENZAMOS (a.k.a El viaje)

Kase.O - La Riviera

Había meses de espera en el brillo de las miradas en primera fila. Momo (enorme toda la noche) calentó a las masas, R de Rumba las arengó y el flow se fue apoderando de la audiencia. Todos coreaban los cortes de la intro con los viejos temas para dejar bien claro desde el inicio que el público iba a ser un actor con voz en la velada. La salida de Kase.O supuso el primer clímax de la noche.

Con sudadera de Violadores, gustándose desde el principio, sienta las bases de lo que iba a ser el concierto. Rap superlativo, guiños al pasado, momentos para ponerse serio, momentos para reír, para llorar, para cantar y para dejarse llevar. Se da la vuelta y en la espalda pone Genios 99, homenaje al primer disco de Doble V. Es de donde viene. La gente se vuelve loca. La intro, como en el disco, presenta el viaje, invita a pasar, a ponerse cómodo y disfrutar... 'en el Círculo'. Mirada agradecida. Ya están todos en el bolsillo.

"Gracias Madrid por predecir el futuro y pensar que estaríais vivos para esta aquí, gracias por estar vivos. Voy a rapearme miles de versos esta noche, quiero llegar un poco a cada uno de vosotros. Llevábamos meses esperando esta noche".

La rabia y los pogos se desatan con 'Esto no Para', el rap barroco sabe a miel con la extraordinaria 'Yemen' tras la que Javi y Momo se permiten algún bailecito bajo la sonrisa divertida de Rumba.

Todo está cuidado al milímetro, el sonido es perfecto, las luces acompañan y Rumba está a los mandos con precisión de cirujano.

Grandes clásicos salen a escena, 'Pura Droga sin Cortar' es crudo y potente hiphop. 'Ninguna Chavala Tiene Dueño' tiene una vigencia fuera de dudas.

Después de la exhibición, momento para pedir paz, en Siria, en Irak... 'les han quitado todo a esa gente, gritad paaaazz que les va a llegar'. Sirve para introducir la canción más antigua que suena esta noche, 'Billete de Ida Hacia la Tristeza' (de su colaboración con Míos Tíos del 2001), cuyo nombre en el setlist se ha convertido en 'Billete de Ida y Vuelta'. Espectaculares párrafos, siempre estuvieron entre mis favoritos.


MAGIA

Kase.O

¡Espera! Un segundo. Algo suena a roto, algún altavoz, algo no va bien. El Javato se confunde en alguna línea, la magia se ve amenazada. Los tres hacen un parón hasta que se arregla. Durante el parón, uno de esos momentos. Casi 2000 personas comienzan a cantar al unísono la canción 'Cantando', estrofas y estribillo. Entera, con las luces encendidas y las manos en el aire. A su regreso, Kase.O promete 'no voy a olvidar nunca este momento, os voy a compensar esta noche'.

Dos segundos después ya nadie se acuerda, y se lía parda cuando suena 'Chúpala' (de su colaboración con Dogma Crew), dedicada a fascistas y racistas. Todo problema queda pues olvidado, confirmando que el sonido perfecto es una anécdota al lado del talento innato.

Talento para hacer feliz a la gente desde la naturalidad y el colegueo. Talento para desatar su lado más ragga, pidiendo fire 'para Aguirre y para el puto Gallardón' o rimando 'Tarántula' sobre un riddim jamaiquino acelerado. Haciendo disfrutar. Es mutuo. Al Ibarra se le ve disfrutando al máximo, con una confianza plena en lo que hace y en la conexión que tiene con el público.

El público como confesor y cómplice, incondicionales defensores a ultranza de la danza de Kase.O

'Kase kase kase...' retumba la Riviera. 'Sois la polla, co! No os cortéis eh!', responde el maño.

Incluso la arriesgada 'Mazas y Catapultas' tiene su cabida. La canción que, como dijo Momo, la primera vez dices '¿Pero qué coño?' y a la tercera escucha dices 'menudo temazo'. En directo corroboras que cantar no es la mejor de las virtudes del Kase, pero eso es insignificante ante la melodía, los coros y la energía orgánica de la canción. El amor flota en el aire.


VIEJOS / NUEVOS TIEMPOS

Kase.O

No podía faltar la energía de Hate en 'Vivir para contarlo' (echamos de menos a Lírico). La temperatura sube un poco más y Xhelazz se une para echar la vista atrás en 'Viejos Ciegos', de cuando -nosotros también- 'vivíamos mezclando líquidos, bebiendo sueños'. Momentos para engorilarse que dan paso a lo que va siendo el final del viaje.

Después de flotar sobre el escenario con 'Repartiendo Arte', la caída es dura, fría y brutal. En una silla, rodeado de oscuridad y con una luz blanca apuntándole, 'Basureta (Tiempos Raros)' es sinceridad cruda, sobrecogedora. Con la voz entrecortada por la carga emocional del momento, -él y el nosotros- nos quedamos con el corazón en vilo lo que dura el tema. Javier Ibarra, persona, se ha dejado el alma en cuatro minutos. O en dos horas.

Después del drama, admiración, aplausos, besos. Después de la tormenta, arcoíris. 'Siempre habrá tiempos duros y nos los quitamos...' Cantando. De nuevo suena la canción en la Riviera, esta vez como celebración final.


OUTRO

KASE.O
Como en todo viaje, también el concierto tocaba a su fin, 'siempre hay despedidas, en estaciones, aeropuertos'. 

Y en la despedida, casi mesiánica, discurso en tres pilares:

  • Persona: 'Los políticos son una mierda, no les pidas nada. Si quieres que el mundo cambie a mejor no seas tú una puta rata. Ver a ver a tus abuelos, trata bien a tus padres'

  • Esfuerzo: 'Respetaos y esforzaos. Tenéis cuerpo y mente, qué más queréis. Sed los mejores en lo que hagáis'. 

  • Realidad: 'Deja las pantallitas. Mañana habrá otro atardecer incluso en el puente de los suicidas. Ve a verlo. Sal a pasear. Mira como los árboles te aplauden al pasar.'

Kase.O en La Riviera


En su afán, Kase.O destruye, con cariño y guiños, al super-raper de egotrip y chulería, para construir nuevos mitos, más humanos. Y convence. Hasta la palmera de La Riviera se inclinó ante el maestro, y aguantó el huracán. Y creo que por un momento fue la palmera la que siempre quiso ser Kase.O, aunque fuera por una noche.

Una noche redonda... como un Círculo.

kboy

'Que os vaya bien la vida, os veo en vuestros cuartos'. Kase.O

Se acabó la lección. Repitan conmigo...


... cuanto más amor das mejor estás,  cuanto más amor das mejor estás,  cuanto más amor das mejor estás,  cuanto más amor das mejor estás,  cuanto más amor das mejor estás,  cuanto más amor das mejor estás...

Kase.O
Kase.O Kase.O
Kase.O Kase.O Kase.O Kase.O Kase.O
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