Es imposible no dejar Kobetamendi con pena porque el BBK Live haya terminado, pero reconozcamos que el cansancio acaba haciéndose notar y que cuando llegamos a casa tenemos la sensación de que no podremos movernos de la cama en los próximos tres días. El festival este año ha sido muy intenso. Pero el agotamiento no ha impedido que la nostalgia se haya apoderado del público y que aún estemos asumiendo que queda casi un año para que nos vuelvan a colocar la pulsera.
Para pasar el mono, nos quedan un montón de actuaciones en la memoria. Algunas ya esperábamos que nos dejaran con la boca abierta, otras simplemente han cumplido y otras han servido para que descubramos auténticos talentos. Repasamos los directos que más nos han marcado en la duodécima edición del BBK Live.
The Killers
Estaban llamados a marcarse la mejor actuación del festival. De hecho, las entradas para el viernes se habían agotado y hubo gente guardando sitio en las primeras filas incluso horas antes de que salieran al escenario. Pues mereció la pena. No decepcionaron en absoluto. En cuanto la banda de Las Vegas apareció en escena, se desató la locura.
De hecho, llegaron pisando fuerte. 'Mr. Brightside' abrió la veda, y ya no hubo forma de desconectar. Es más, quizás la única pega que podamos poner al concierto es que los hits llegaron demasiado pronto. "¿Solo llevamos media hora de concierto y me parece que ya han tocado todo?", dijo una chica que estaba a nuestro lado. No pasó así. La lista de éxitos continuó durante el enérgico directo en el que nada brillaba más que la sonrisa de Brandon Flowers. El cantante estaba entregado.
Una fina lluvia nos acompañó durante todo el concierto. Aunque lejos de molestar, pareció parte del decorado, un elemento más para que la noche fuese mágica.
'Somebody told me', 'Spaceman', 'Runaways', 'Shot at the night', 'Smile like you mean it', 'Read my mind', 'All these things that I've done'... La lista fue larga y el ritmo frenético. Y como era de esperar, el momento de mayor emoción vino de la mano de 'Human'. Se esperaba hacia el final del concierto, pero llegó por sorpresa cuando aún estábamos en el ecuador y con los latidos de un enorme corazón en las pantallas. Saltos, abrazos, vídeos para los amigos que no pudieron comprar su entrada, e incluso alguna lágrima de esas que se escapan casi sin darnos cuenta.
El show acabó con 'When you were young' y con un público exhausto. A nuestros ojos, el mejor concierto del festival desde que Muse liderara el décimo aniversario del festival. El de The Killers ha sido el único concierto en España, pero si tenéis la oportunidad de verlos en el futuro, no perdáis demasiado tiempo dudando.
Depeche Mode
En cuanto conocimos que Depeche Mode regresaba a Kobetamendi, empezamos a bromear con que estaba a punto de convertirse en el grupo residente. Actúan prácticamente en casa. Esta ha sido la tercera vez que la banda británica recalaba en el BBK Live. Tres de doce. Así, fue inevitable escuchar a festivaleros recordar las anteriores visitas. Por cierto, una amplia mayoría opinaba que el repertorio que llevaron la última vez a Bilbao fue mejor, aunque entonces hubo problemas de sonido.
Para una debutante, la experiencia fue muy buena. Uno de esos conciertos de los que sabes que presumirás durante un tiempo. "Yo vi a Depeche Mode en el BBK Live", aunque como ya hemos comentado, eso ya no es algo tan exclusivo.
Comenzaron 'Going backwards', su nuevo single, pero no pasaron por alto que el público tenía más ganas de escuchar grandes éxitos. No nos engañemos, normalmente lo que menos atrae a quienes siguen a un grupo con cuarenta años de historia es su último disco. Sabedores de esto, aunque con el freno de mano echado, dieron un gran concierto que, por momentos, necesitó algo más de caña. Martin Gore cantó 'Home' en los bises y a muchos nos entró el bajón.
Menos mal que Dave Gahan, que recientemente ha tenido que cancelar un show en Bielorrusia para ser hospitalizado de urgencia, estuvo a la altura. Juegos constantes con el público, provocación y mucha elegancia fueron la tónica general hasta la llegada de 'Enjoy the silence', uno de esos temas que, sepas o no inglés, cantas dejándote el alma.
No cumplieron con los rumores que apuntaban a que harían una versión de 'Heroes' de David Bowie. Por cierto, el BBK Live le quiso rendir un particular homenaje al llamar Starman a uno de sus escenarios. Nos quedamos sin el recuerdo de la banda británica, pero se despidió por todo lo alto con 'Personal Jesus'. Amén.
Die Antwoord
El de Die Antwoord es uno de esos shows no apto para epilépticos. La última gran actuación de la duodécima edición cumplió lo que prometía: un espectáculo frenético con audiovisuales imposibles con el que fuera imposible quedarse quieto. "O los odias o te enamoran", nos adelantaban quienes ya habían visto al matrimonio en acción. Nadie se quedó indiferente.
Poco antes de que comenzase su actuación, llovió con rabia sobre Kobetamendi. Había auténticas batallas por refugiarse del agua y el suelo estababa embarrado. La tormenta se había desatado con Two Door Cinema Club y por arte de magia remitió con Yo-Landi y Ninja. Y menos mal. De todas formas, acabamos montándonos una auténtica rave en medio del lodazal.
Aunque tenían repertorio de sobra, los sudafricanos optaron por estirar sus canciones más de la cuenta y reducir su playlist a la mínima expresión. "Me han faltado unas cuantas", escuchamos cuando se apagaron por última vez los altavoces del escenario principal.
Arrancaron con 'Fatty Boom, Boom', y ya no hubo forma de parar. El huracán continuó con 'Love Drug' y 'Banana Brain' y reventó con 'Baby's on fire' y 'I fink you freeky'. Bailes imposibles, cañonazos de humo, derroche de sensualidad y provocación sin límites.
Two Door Cinema Club
Empecemos con un spoiler: acabamos haciendo la danza de la lluvia. 'What you know' tuvo un punto épico porque en cuanto sonaron los tan reconocibles primeros acordes el cielo cumplió su promesa. Las nubes llevaban todo el día amenazando y la última canción fue algo parecido a meterse en la ducha. La tromba de agua fue impresionante, pero a todos nos dio absolutamente igual (aunque más de uno seguro que lo acabó pagando al día siguiente).
Aunque nos gustó más el repertorio que llevaron al Arenal Sound del año pasado, un concierto que acabó con fuegos artificiales, Two Door Cinema Club montaron una gran discoteca en pleno Kobetamendi. Además de presentar su nuevo trabajo, 'Gameshow', fueron despachando todos sus éxitos en una apuesta sin demasiado riesgo. Así, llegaron 'I can't talk' y 'Something good can work', para ayudarnos a echar el resto. Su directo fue en la medianoche del último día, pero durante algo más de una hora y media nos olvidamos completamente del cansancio.
!!! (Chk, chk, chk)
Poco importa que no hayas escuchado ni un solo minuto sobre su música antes de ir a un concierto. La fiesta que montan sobre el escenario (y mezclados entre el público) es brutal. No sabemos lo que desayuna Nic Offer, pero queremos lo mismo.
La banda de Sacramento ofreció uno de los shows más enérgicos de todo el festival. Era imposible quedarse parado. Las coreografías imposibles y las melodías pegadizas son la base de su éxito, el que les ha llevado a publicar siete álbumes. Para esta actuación contaron con una cantante de soul que formó la perfecta pareja de baile con Offer, que no paró de interactuar con el público. De hecho, le lanzaron unos pantalones cortos de repuesto, ya que los suyos acabaron bañados en sudor. No dudó en ponérselos y certificar que eran de su talla.
Los bilbaínos solo echamos en falta un detalle. Se marcharon sin tocar 'Bam city', un tema que tiene una alusión a la capital vizcaína.
Justice
Tuvimos la oportunidad de disfrutar de la sesión de Justice en un lugar privilegiado. Estuvimos en quinta fila, aproximadamente, y su música aún sigue retumbando en nuestro pecho. El dúo francés nos dejó con ganas de más pese a que su concierto se alargó hasta las tres de la mañana de una jornada que empezó para nosotros hacia las cinco de la tarde.
Su bolo arrancó con problemas de sonido. Tanto fue así que cuando apenas llevaban media hora sobre el escenario decidieron marcharse. Después de miradas entre ellos en las que se decían que el sonido no era el esperado, optaron por marcharse y volver sólo cuando sus mesas de mezclas sonaran en condiciones. Aunque fueron unos cinco o diez minutos de incertidumbre en los que no estaba del todo claro si iban a tardar mucho en regresar, lo cierto es que el parón les vino bien. A partir de ahí, el subidón fue incontrolable y Kobetamendi se convirtió en una auténtica fiesta incluso para quienes no son especialmente aficionados a la electrónica.
Phoenix
Actuaron justo antes de The Killers, así que no todo el mundo les prestó la atención que merecían. De hecho, nosotros mismos podemos pasar a formar parte de este grupo de gente. Dieron un buen concierto con unos audiovisuales llamativos y un espejo que nos colocó ante una de las escenografías más sorprendentes. Tan simple como interesante. La banda francesa se reflejaba al fondo del escenario como si estuviésemos observando el concierto a vista de pájaro. Por lo demás, melodías rockeras, sonido cuidado y ganas de disfrutarlos en condiciones en la próxima ocasión. Pasan a la lista de tareas musicales pendientes.
Brian Wilson
Probablemente asistimos al concierto del artista más veterano que ha pisado un escenario del BBK Live. Y encima estuvo en el principal. Brian Wilson, con 75 años, consiguió hacer bailar a los chavales de 20. Trajo el buen rollo hasta Bilbao y de alguna manera nos sugirió un viaje en el tiempo. "Ya no soy Mikel de Barakaldo, ahora soy Mike de California", comentaba a nuestro lado un chico que se dejaba llevar por los ritmos surferos.
El líder de los Beach Boys salió al escenario ayudado por uno de sus músicos. El paso del tiempo va haciendo mella. Se colocó tras su piano, cantó menos de lo esperado y mantuvo el semblante serio, aunque debemos reconocer que impregnó Kobetamendi de muy buen ambiente. Ya podemos decir que hemos escuchado en directo temas como 'Wouldn't it be nice' y 'Good Vibrations'.
Saint Motel
Este grupo de Los Ángeles es el claro ejemplo de que no es necesario ser muy famoso para quedarte con el público de un festival. Sus melodías pegadizas, que por momentos nos hacían pensar que serían un buen tono de llamada para cualquier móvil, se metieron en nuestro cerebro desde el primer momento. De hecho, nos encontramos con varias cuadrillas tarareando sus letras sin ser del todo conscientes de ello. Simplemente molan. Se marcaron una auténtica fiesta en un momento y, aunque les faltaba mucho para llenar el escenario principal, se les prestó mucha atención incluso desde las laderas, que a esas horas aún estaban secas. Unas horas más tarde el diluvio las dejó totalmente inutilizables.
The Parrots
De alguna forma nos veíamos en la obligación de incluir a un grupo español en esta lista. Aunque The Parrots se marcaron un concierto digno de cualquier Top 10. Por momentos nos trasladaron a un baile de graduación de instituto americano aunque también hubo tiempo para desmelenarse a ritmo de rock and roll. La entrega fue brutal. Y la actuación ganó enteros con la aparición de King Kayman a la guitarra. Horas antes nos ofreció un miniconcierto en solitario en el barco de Jägermusic que nos dejó con la boca abierta. Toca la guitarra, la batería y canta al mismo tiempo. Merece una escucha, y más si es en directo.
Aunque The Parrots no fueron nuestro único descubrimiento. Los amantes de la electrónica deben darles una oportunidad a los locales Empty Files, que ofrecieron un show que hizo pensar que los que estaban sobre el escenario era algo más que unos principiantes.
Las melodías pausadas pero llenas de fuerza de la jovencísima Izaro nos enamoraron. Ha publicado 'Om', su primer trabajo, gracias a una campaña de crowdfunding y a ratos nos recordó a Anni B Sweet y a Russian Red. Eso sí, la cantautora vizcaína canta en euskera, castellano e inglés. Cantó pese a estar aún recuperándose de una afonía, pero sacó adelante el bolo sin ninguna complicación.
Y cambiando totalmente de tercio, los que quieran caña de la buena deben darle una oportunidad a Los Bengala. Si siguiésemos su concierto con los ojos cerrados, podríamos pensar que estamos ante una gran banda. Pero lo cierto es que sobre las tablas son solo dos. Los maños hacen un rock primitivo y felino, tal y como cuentan ellos mismos. "¿Queréis que os toquemos una balada?", bromeaban.
*Mientras revisamos las fotos, vídeos y demás recuerdos que nos hemos traído del BBK Live, ya podemos ir restando días hasta la edición de 2018. Kobetamendi volverá a la carga el 12, 13 y 14 de julio. Los más impacientes podéis comprar el bono de tres días por 80 euros.
Oihana
Para pasar el mono, nos quedan un montón de actuaciones en la memoria. Algunas ya esperábamos que nos dejaran con la boca abierta, otras simplemente han cumplido y otras han servido para que descubramos auténticos talentos. Repasamos los directos que más nos han marcado en la duodécima edición del BBK Live.
El BBK Live, a vista de pájaro. Rock in Focus
The Killers
Estaban llamados a marcarse la mejor actuación del festival. De hecho, las entradas para el viernes se habían agotado y hubo gente guardando sitio en las primeras filas incluso horas antes de que salieran al escenario. Pues mereció la pena. No decepcionaron en absoluto. En cuanto la banda de Las Vegas apareció en escena, se desató la locura.
De hecho, llegaron pisando fuerte. 'Mr. Brightside' abrió la veda, y ya no hubo forma de desconectar. Es más, quizás la única pega que podamos poner al concierto es que los hits llegaron demasiado pronto. "¿Solo llevamos media hora de concierto y me parece que ya han tocado todo?", dijo una chica que estaba a nuestro lado. No pasó así. La lista de éxitos continuó durante el enérgico directo en el que nada brillaba más que la sonrisa de Brandon Flowers. El cantante estaba entregado.
Una fina lluvia nos acompañó durante todo el concierto. Aunque lejos de molestar, pareció parte del decorado, un elemento más para que la noche fuese mágica.
'Somebody told me', 'Spaceman', 'Runaways', 'Shot at the night', 'Smile like you mean it', 'Read my mind', 'All these things that I've done'... La lista fue larga y el ritmo frenético. Y como era de esperar, el momento de mayor emoción vino de la mano de 'Human'. Se esperaba hacia el final del concierto, pero llegó por sorpresa cuando aún estábamos en el ecuador y con los latidos de un enorme corazón en las pantallas. Saltos, abrazos, vídeos para los amigos que no pudieron comprar su entrada, e incluso alguna lágrima de esas que se escapan casi sin darnos cuenta.
El show acabó con 'When you were young' y con un público exhausto. A nuestros ojos, el mejor concierto del festival desde que Muse liderara el décimo aniversario del festival. El de The Killers ha sido el único concierto en España, pero si tenéis la oportunidad de verlos en el futuro, no perdáis demasiado tiempo dudando.
Depeche Mode
En cuanto conocimos que Depeche Mode regresaba a Kobetamendi, empezamos a bromear con que estaba a punto de convertirse en el grupo residente. Actúan prácticamente en casa. Esta ha sido la tercera vez que la banda británica recalaba en el BBK Live. Tres de doce. Así, fue inevitable escuchar a festivaleros recordar las anteriores visitas. Por cierto, una amplia mayoría opinaba que el repertorio que llevaron la última vez a Bilbao fue mejor, aunque entonces hubo problemas de sonido.
Para una debutante, la experiencia fue muy buena. Uno de esos conciertos de los que sabes que presumirás durante un tiempo. "Yo vi a Depeche Mode en el BBK Live", aunque como ya hemos comentado, eso ya no es algo tan exclusivo.
Comenzaron 'Going backwards', su nuevo single, pero no pasaron por alto que el público tenía más ganas de escuchar grandes éxitos. No nos engañemos, normalmente lo que menos atrae a quienes siguen a un grupo con cuarenta años de historia es su último disco. Sabedores de esto, aunque con el freno de mano echado, dieron un gran concierto que, por momentos, necesitó algo más de caña. Martin Gore cantó 'Home' en los bises y a muchos nos entró el bajón.
Menos mal que Dave Gahan, que recientemente ha tenido que cancelar un show en Bielorrusia para ser hospitalizado de urgencia, estuvo a la altura. Juegos constantes con el público, provocación y mucha elegancia fueron la tónica general hasta la llegada de 'Enjoy the silence', uno de esos temas que, sepas o no inglés, cantas dejándote el alma.
No cumplieron con los rumores que apuntaban a que harían una versión de 'Heroes' de David Bowie. Por cierto, el BBK Live le quiso rendir un particular homenaje al llamar Starman a uno de sus escenarios. Nos quedamos sin el recuerdo de la banda británica, pero se despidió por todo lo alto con 'Personal Jesus'. Amén.
Dave Gahan, vocalista de Depeche Mode. Tom Hagen
Die Antwoord
El de Die Antwoord es uno de esos shows no apto para epilépticos. La última gran actuación de la duodécima edición cumplió lo que prometía: un espectáculo frenético con audiovisuales imposibles con el que fuera imposible quedarse quieto. "O los odias o te enamoran", nos adelantaban quienes ya habían visto al matrimonio en acción. Nadie se quedó indiferente.
Poco antes de que comenzase su actuación, llovió con rabia sobre Kobetamendi. Había auténticas batallas por refugiarse del agua y el suelo estababa embarrado. La tormenta se había desatado con Two Door Cinema Club y por arte de magia remitió con Yo-Landi y Ninja. Y menos mal. De todas formas, acabamos montándonos una auténtica rave en medio del lodazal.
Aunque tenían repertorio de sobra, los sudafricanos optaron por estirar sus canciones más de la cuenta y reducir su playlist a la mínima expresión. "Me han faltado unas cuantas", escuchamos cuando se apagaron por última vez los altavoces del escenario principal.
Arrancaron con 'Fatty Boom, Boom', y ya no hubo forma de parar. El huracán continuó con 'Love Drug' y 'Banana Brain' y reventó con 'Baby's on fire' y 'I fink you freeky'. Bailes imposibles, cañonazos de humo, derroche de sensualidad y provocación sin límites.
Yo-Landi, en plena actuación de Die Antwoord. Tom Hagen
Two Door Cinema Club
Empecemos con un spoiler: acabamos haciendo la danza de la lluvia. 'What you know' tuvo un punto épico porque en cuanto sonaron los tan reconocibles primeros acordes el cielo cumplió su promesa. Las nubes llevaban todo el día amenazando y la última canción fue algo parecido a meterse en la ducha. La tromba de agua fue impresionante, pero a todos nos dio absolutamente igual (aunque más de uno seguro que lo acabó pagando al día siguiente).
Aunque nos gustó más el repertorio que llevaron al Arenal Sound del año pasado, un concierto que acabó con fuegos artificiales, Two Door Cinema Club montaron una gran discoteca en pleno Kobetamendi. Además de presentar su nuevo trabajo, 'Gameshow', fueron despachando todos sus éxitos en una apuesta sin demasiado riesgo. Así, llegaron 'I can't talk' y 'Something good can work', para ayudarnos a echar el resto. Su directo fue en la medianoche del último día, pero durante algo más de una hora y media nos olvidamos completamente del cansancio.
Two Door Cinema Club acabó tocando bajo la tormenta. Rock in Focus
!!! (Chk, chk, chk)
Poco importa que no hayas escuchado ni un solo minuto sobre su música antes de ir a un concierto. La fiesta que montan sobre el escenario (y mezclados entre el público) es brutal. No sabemos lo que desayuna Nic Offer, pero queremos lo mismo.
La banda de Sacramento ofreció uno de los shows más enérgicos de todo el festival. Era imposible quedarse parado. Las coreografías imposibles y las melodías pegadizas son la base de su éxito, el que les ha llevado a publicar siete álbumes. Para esta actuación contaron con una cantante de soul que formó la perfecta pareja de baile con Offer, que no paró de interactuar con el público. De hecho, le lanzaron unos pantalones cortos de repuesto, ya que los suyos acabaron bañados en sudor. No dudó en ponérselos y certificar que eran de su talla.
Los bilbaínos solo echamos en falta un detalle. Se marcharon sin tocar 'Bam city', un tema que tiene una alusión a la capital vizcaína.
La actuación de !!! nos dejó sin aliento. Tom Hagen
Justice
Tuvimos la oportunidad de disfrutar de la sesión de Justice en un lugar privilegiado. Estuvimos en quinta fila, aproximadamente, y su música aún sigue retumbando en nuestro pecho. El dúo francés nos dejó con ganas de más pese a que su concierto se alargó hasta las tres de la mañana de una jornada que empezó para nosotros hacia las cinco de la tarde.
Su bolo arrancó con problemas de sonido. Tanto fue así que cuando apenas llevaban media hora sobre el escenario decidieron marcharse. Después de miradas entre ellos en las que se decían que el sonido no era el esperado, optaron por marcharse y volver sólo cuando sus mesas de mezclas sonaran en condiciones. Aunque fueron unos cinco o diez minutos de incertidumbre en los que no estaba del todo claro si iban a tardar mucho en regresar, lo cierto es que el parón les vino bien. A partir de ahí, el subidón fue incontrolable y Kobetamendi se convirtió en una auténtica fiesta incluso para quienes no son especialmente aficionados a la electrónica.
Justice dejó el escenario durante unos minutos por problemas de sonido. Tom Hagen
Phoenix
Actuaron justo antes de The Killers, así que no todo el mundo les prestó la atención que merecían. De hecho, nosotros mismos podemos pasar a formar parte de este grupo de gente. Dieron un buen concierto con unos audiovisuales llamativos y un espejo que nos colocó ante una de las escenografías más sorprendentes. Tan simple como interesante. La banda francesa se reflejaba al fondo del escenario como si estuviésemos observando el concierto a vista de pájaro. Por lo demás, melodías rockeras, sonido cuidado y ganas de disfrutarlos en condiciones en la próxima ocasión. Pasan a la lista de tareas musicales pendientes.
Phoenix ofreció un auténtico espectáculo visual y musical. Tom Hagen
Brian Wilson
Probablemente asistimos al concierto del artista más veterano que ha pisado un escenario del BBK Live. Y encima estuvo en el principal. Brian Wilson, con 75 años, consiguió hacer bailar a los chavales de 20. Trajo el buen rollo hasta Bilbao y de alguna manera nos sugirió un viaje en el tiempo. "Ya no soy Mikel de Barakaldo, ahora soy Mike de California", comentaba a nuestro lado un chico que se dejaba llevar por los ritmos surferos.
El líder de los Beach Boys salió al escenario ayudado por uno de sus músicos. El paso del tiempo va haciendo mella. Se colocó tras su piano, cantó menos de lo esperado y mantuvo el semblante serio, aunque debemos reconocer que impregnó Kobetamendi de muy buen ambiente. Ya podemos decir que hemos escuchado en directo temas como 'Wouldn't it be nice' y 'Good Vibrations'.
Brian Wilson fue el más veterano sobre el escenario. Rock in Focus
Saint Motel
Este grupo de Los Ángeles es el claro ejemplo de que no es necesario ser muy famoso para quedarte con el público de un festival. Sus melodías pegadizas, que por momentos nos hacían pensar que serían un buen tono de llamada para cualquier móvil, se metieron en nuestro cerebro desde el primer momento. De hecho, nos encontramos con varias cuadrillas tarareando sus letras sin ser del todo conscientes de ello. Simplemente molan. Se marcaron una auténtica fiesta en un momento y, aunque les faltaba mucho para llenar el escenario principal, se les prestó mucha atención incluso desde las laderas, que a esas horas aún estaban secas. Unas horas más tarde el diluvio las dejó totalmente inutilizables.
Saint Motel fueron un derroche de buen rollo. Dena Flows
The Parrots
De alguna forma nos veíamos en la obligación de incluir a un grupo español en esta lista. Aunque The Parrots se marcaron un concierto digno de cualquier Top 10. Por momentos nos trasladaron a un baile de graduación de instituto americano aunque también hubo tiempo para desmelenarse a ritmo de rock and roll. La entrega fue brutal. Y la actuación ganó enteros con la aparición de King Kayman a la guitarra. Horas antes nos ofreció un miniconcierto en solitario en el barco de Jägermusic que nos dejó con la boca abierta. Toca la guitarra, la batería y canta al mismo tiempo. Merece una escucha, y más si es en directo.
The Parrots nos trasladaron por momentos a un baile de graduación. Dena Flows
Aunque The Parrots no fueron nuestro único descubrimiento. Los amantes de la electrónica deben darles una oportunidad a los locales Empty Files, que ofrecieron un show que hizo pensar que los que estaban sobre el escenario era algo más que unos principiantes.
Las melodías pausadas pero llenas de fuerza de la jovencísima Izaro nos enamoraron. Ha publicado 'Om', su primer trabajo, gracias a una campaña de crowdfunding y a ratos nos recordó a Anni B Sweet y a Russian Red. Eso sí, la cantautora vizcaína canta en euskera, castellano e inglés. Cantó pese a estar aún recuperándose de una afonía, pero sacó adelante el bolo sin ninguna complicación.
Y cambiando totalmente de tercio, los que quieran caña de la buena deben darle una oportunidad a Los Bengala. Si siguiésemos su concierto con los ojos cerrados, podríamos pensar que estamos ante una gran banda. Pero lo cierto es que sobre las tablas son solo dos. Los maños hacen un rock primitivo y felino, tal y como cuentan ellos mismos. "¿Queréis que os toquemos una balada?", bromeaban.
*Mientras revisamos las fotos, vídeos y demás recuerdos que nos hemos traído del BBK Live, ya podemos ir restando días hasta la edición de 2018. Kobetamendi volverá a la carga el 12, 13 y 14 de julio. Los más impacientes podéis comprar el bono de tres días por 80 euros.
Un año más, el festival ha sido apto para todos los públicos. Rock in Focus
Oihana
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