El corazón punk europeo se congregó en el norte de Italia el pasado Agosto para disfrutar de uno de los line-up más potentes de todo el verano festivalero. El del Bay Fest 2017. Recordamos aquí lo ocurrido en Igea-Marina en uno de nuestros platos fuertes este año en Europa.
Festivaleros! se echó el macuto al hombro y se fue para tierras italianas, para descubrir y poderos contar un festival que ya llevaba llamándonos la atención por su atractivos carteles desde su creación en 2015, dentro del panorama hardcore melódico. Artistas de la talla de NOFX, Screeching Weasel, Strung Out, Satanic Surfers, ya habían pasado por el escenario del BayFest en anteriores ediciones, así que no podíamos dejar pasar la oportunidad de ir hasta Igea Marina este año para coincidir además con el cartel más potente de su corta historia.
Llegamos a Igea-Marina el día antes de que comenzase el festival, y lo primero que nos llamó la atención, es que el pequeño pueblo de la Riviera Romagnola era un nido de turistas italianos tranquilos que durante al menos los próximos días iban a ver alterada su tranquilidad por un desembarco de seguidores del punk-rock californiano de los 90s de toda Europa. Dicho esto, diré, que durante todo el festival ambos públicos tan diversos, compartieron espacios en un ambiente de felicidad y armonía, digno del Berlín actual.
El recinto del festival se encuentra incrustado en un parque amplio y bastante bien cuidado pero con el suelo de arena, algo que sinceramente no nos gustó mucho, ya que tiendo en cuenta el carácter movido de los grupos que tocaban, presagiábamos tormentas de arena, algo que sucedió con bastante frecuencia durante las actuaciones de las bandas. Confiamos en que este aspecto se intente mejorar para el año que viene, ya que seguro que todos los asistentes lo agradecerán.
Eso sí, está justo al lado de la playa, oportunidad para los festivaleros llegados de toda Europa de poder descansar al lado del mar escuchando grandes hits hardcoretas de bandas similares (o incluso las mismas) a las que tocaban en el festival. Los organizadores habían elegido el entorno a conciencia. Al lado de recinto y playa se encuentra además Beky Bay, un chiringuito de playa modernizado, tipo chill-out, con escenario incluido y que durante las horas previas al festival se convirtió en escenario de actividades para festivaleros, todo ello regado de buen punk-rock melódico.
Un gran sitio en el que poder echar partida de BeerPong o si lo tuyo era más el “roce”, podías retorcerte con una partida de Twister. Un acierto que logró que todo el área de actividades relacionadas con el festival se encontrase en la misma zona, sin ningún tipo de limitación / cerco que te hiciese sentir encerrado.
A parte de estas actividades, si lo tuyo era el riesgo, también tenías la opción de dar unos saltos en el halfpipe que habían montado al lado del recinto de conciertos para los intrépidos skaters que allí se congregaron. A destacar también, que dicha rampa se encontraba fuera del recinto, con lo cual si realmente querías disfrutar de ella escuchando buena música de fondo, lo podías hacer sin necesidad de entrar en el recinto.
El tema de los tickets de entrada, quizás también es un aspecto que se debería mejorar de cara al año que viene. Había sólo dos pequeñas casetas de feria para todos los asistentes. Claramente se quedaban pequeñas para abastecer a la audiencia en los momentos previos a la apertura de puertas. En dichas casetas se juntaba gente que iba a comprar la entrada en taquilla, gente que tenía que validar su abono (de esto ya hablaremos más adelante), gente de prensa y organización para pedir sus acreditaciones... una autentica jauría de perros, que lo único que consiguió es que se formasen largas colas y cierto caos, al no existir diferentes casetas para cada tipo de público.
Dicho esto, estoy seguro que para el año que viene arreglar esto será tarea sencilla para el buen hacer de la gente de LP Rock Events, ya que demostraron durante todo el festival un gran nivel organizativo. Asimismo agradecemos el gran trato / grandes facilidades a los medios que cubríamos el festival (Grazie mile per tutti Andrea e Michele Morri).
Ya dentro del recinto nos encontramos con un montón de bancos corridos de gran ayuda para comer, descansar o pasar un rato más relajado. Nos encontramos con varios puestos de merchan oficiales, barras de cerveza y Spritz (esa bebida anaranjada que tanto gusta a los italianos a la hora del aperitivo…), comida festivalera (mayoritariamente, hamburguesas, kebabs y piadinas…) y todo lo que se puede esperar. Todo esto se pagaba con tokens.
Destacar a los amigos de American Socks (saluditos festivaleros para Oleg y cía), que habían montado a parte de su stand oficial un pequeño escenario acústico, al cual invitaban a todo el que quisiera a subirse a tocarse unos temas. Ellos mismos ponían las guitarras, micros y amplis. Lo único que necesitabas era valentía y ganas de pasártelo bien. La verdad que fue la gran alternativa para pasar el tiempo durante el cambio de los grupos del escenario (sólo había uno). De hecho, tal fue el éxito, que algunos de los propios artistas que formaban el line-up del festival, no dudaron en tocarse unos temitas después de su actuación en el American Socks Stage (Undeclinale Ambuscade por ejemplo).
Además de todos estos puestos, existían lavabos con seguridad privada (otro tanto a favor para la gente de LP Rock Events), los cuales estuvieron bastante limpios durante los 3 días de festival. También nos gustaría destacar el hecho que dejarán entrar botellas de agua al recinto del festival (a ver si aprenden ciertos organizadores de macro festivales…). En cuanto a los precios diremos que nos pareció un festival con precios acorde a los festivales europeos, pero quizás excesivo el precio de la cerveza. 5 € la cerveza por un vaso de tercio, creemos que es demasiado.
Comienzan los conciertos (Día 1)
Una vez que habíamos pasado revista al recinto nos fuimos directos a escuchar a Lennon Kelly que eran los encargados de abrir el festival. Un grupo de folk rock con tintes irlandeses cantados en italiano, buena combinación siempre. Comenzaron su actuación enchufados desde el primer minuto a pesar que todavía no había demasiada gente en el recinto, aunque los pocos asistentes ya nos dieron una idea del carácter movido que tendría el festival. Supongo que el hecho de que tuvieran sólo 30 minutos de actuación también ayudo a darlo todo desde el primer momento…
Un aspecto que nos gustaría comentar y que no entendimos muy bien a que era debido, fue el poco tiempo del que disfrutaron los primeros grupos italianos durante los tres días de festival. Se daba la situación surrealista de que utilizaban más tiempo para el cambio entre banda y banda que el tiempo que realmente estaban tocando los primeros grupos. Si realmente se quiere promover a grupos con menos nombre que el cabeza de cartel de cada día, habría que darle una pensada a eso de darle 15 minutos a una banda. Una de dos, o se comienzan los conciertos antes o se termina más tarde, o mejor aún, las dos cosas a la vez, pero lo que no se debe hacer es dar tan poco tiempo a un artista para presentarse en público.
Después del folk irlandés, pasamos al hardcore punk de Pears. Había ganas de ver a los de New Orleans. Banda de joven formación y que con tan sólo 3 años de vida, ya ha sido capaz de fichar por uno de los sellos más importantes del punk americano (Fat Wreck Chords). Bueno, pues si la expectación era alta… cumplieron. Zach Quinn es un auténtico torbellino sobre el escenario. Se nota que está en buena forma, ya que a pesar de no estar quieto un segundo sobre las tablas y tener que desenvolverse entre canciones a gritos, su nivel vocal y respiración no bajo en ningún momento. Si aparte de canciones contundentes melódicas sumas un sonido impecable, tienes la fórmula perfecta para conseguir el éxito. Gran actuación de Pears, digna de estar entre las 5 mejores actuaciones de todo el festival.
Entre cambio de banda, se anunciaba por las torres de sonido las fiestas after-party al final de cada jornada en el Beky Bay.
A continuación, le tocaba el turno a Raw Power. Poco vamos a decir de esta mítica banda italiana de hardcore punk y thrash originaria de Reggio Emilia, y que puede tener el honor de decir que los Gun´s and Roses les telonearon a principios de los 80´s. La verdad que por MP ya se nota que pasan los años, pero solamente por la presencia física, porque su actitud fue incombustible durante toda la actuación. Podíamos decir, que es el Mick Jagger del punk!
Tras resolver unos primeros problemas técnicos con el bajo de Marco, los italianos pudieron plasmar sin incertidumbre toda la tralla metalera que tienen desde el inicio hasta el fin del setlist que llevaban para esa noche.
Una vez que terminó el torbellino de Raw Power, el aspecto del recinto ya era otro. La noche se había echado sobre el recinto y la afluencia de público era mucho mayor. Desde luego, viendo el ambiente que se cocía allí, podíamos decir que el outfit oficial del festival era: tatuajes, gorras y dilataciones, todo aquel que no presentaba alguno de estos elementos, se consideraba, al menos de cara al resto, diferente.
Con la noche cerrada pero con una temperatura agradable, se subían encima del escenario Undeclinable Ambuscade. Lo primero en lo que nos fijamos tras su puesta en escena, es que llevan 3 guitarras, algo que sin lugar a dudas ayudó a que el sonido que presentasen durante todo el show fuera nítido y contundente. También nos gustaría destacar la actitud desenfadada y alegre, tan característica del punk de los 90´s, de la banda durante su actuación. Tras un comienzo un pelín titubeante, la banda se entregó al público en el ecuador de la actuación con temas como “Can´t bring me Down”, “Love Story” y la imprescindible “7 Years”, que contó con la colaboración de una voz femenina. Con todo el público completamente metido en el bolsillo, cerraron el set con “The African Song” que consiguió poner a bailar a todo el respetable.
Después de reponer algo de fuerzas, llegaba el plato fuerte del día Less Than Jake. He de confesar, que era la primera vez que los veía y tenía cierta inquietud por ver como se desenvolverían los de Gainsville encima de un escenario, ya que con la sección de vientos que llevan no presagiaba mucho movimiento. Pues bien, una vez más, me equivoqué.
Conocen a La pegatina..?? Pues podíamos decir, que La Pegatina son unos chavales “calmados” en comparación con Less Than Jake. Madre mía, que forma de revolucionar al personal…
Desde luego, que llegaron con ganas del Punk Rock Holiday. Unos días antes la liaron en Eslovenia y la volvieron a liar aquí. Cuando comenzó la intro de “All My Best Friends Are Metalheads”… sabíamos que aquello se iba a mover. Primera canción, primer pogo. Resultado: la gente corría en círculos a toda velocidad cual indios haciendo la danza de la lluvia, otros no paraban de pegar botes de arriba a abajo como si estuviesen en un concierto de Prophets of Rage, allí no había nadie quieto… y el que lo estaba, terminaba moviéndose bajos los ritmos pegadizos de estos artistazos del ska-punk.
Tras el torbellino de la primera canción, continuaron con un bloque igual de movido con “Sugar in Your Gas Tank”, “Nervous in the Alley”, “Dopeman” y la siempre conocida “Look What Happened”. Después de una breve pausa para coger aire (necesaria, ya que desde el comienzo del concierto ninguno de los integrantes había parado quieto en todo momento…), siguieron con un bloque en el que presentaron su último disco Sound The Alarm (2017).
A continuación y antes de comenzar con su ya famosa “Rock and Roll Pizzeria”, lograron interactuar con el público italiano haciendo guiños mediante el lanzamiento de piadinas, muy acorde para dicho tema. Como traca final, durante la interpretación “The Science of Selling Yourself Short”, aparecieron sobre el escenario una mascota con disfraz de superhéroe (con capa incluida) y que se dedicó a lanzar bases de pizzas al público, antes de coger su máquina de disparar papel y no dudar con ensañarse con el respetable.
Acabaron con otro de los clásicos del grupo “The Ghost of Me and You”, el cual regaron con el lanzamiento de confeti y pusieron broche final al espectacular show que montaron los de Florida.
El amigo Roger Lima, quiso dejarnos un saludito para Festivaleros! antes de abandonar el show con la sensación de haberlo dado todo encima del escenario.
Tras el supuesto fin de fiesta se improvisó un concierto sobre el acústico de American Socks que permitió a los más trasnochadores disfrutar un rato más en el recinto, antes de ir a la fiesta after-party del Beky Bay. Allí los pogos continuaron pero esta vez con un DJ sobre el escenario.
Después de la fiesta, Festivaleros! se retiraba a descansar, ya que lo que nos quedaba por delante en los dos próximos días de festival prometía ser potente.
Saltimpunki
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